La eficiencia energética para secadora de ropa
Hasta hoy las extraordinarias conquistas de nuestro tiempo en tecnología han hecho posible una trasformación total de nuestros hogares gracias a la aparición de electrodomésticos tan funcionales como las secadoras, pero a costa también de un considerable esfuerzo energético. Teniendo también presente el factor ecológico, esto se traduce a un aumento de emisiones de carbono con las fatales consecuencias para nuestro planeta, sin olvidar la de nuestro bolsillo.
Ante esto, muchos pensarán que la forma más efectiva de ahorrar energía, sobre todo en aparatos como la secadora, es no usarla y tender la ropa de manera tradicional, que además ayudará a bajar la factura de la luz. Pero lejos de esta afirmación las secadoras de ropa se han convertido en aparatos electrodomésticos imprescindibles debido a nuestro actual nivel de vida y ciertas condiciones climáticas, sobre todo en determinadas fechas del año que hace imposible que nuestra ropa se seque debido a la humedad. Luego, la clave fundamental que resuelva este conflicto está encaminada a buscar las fórmulas precisas para sacar el máximo rendimiento con el mínimo gasto. Y es por ello que, en la actualidad, las grandes marcas se preocupan en sacar electrodomésticos cada vez más eficientes, a los que etiquetan con la letra A mayúscula.
La secadora eficiente: Eco-Dryer
La creciente preocupación por la búsqueda de aparatos electrodomésticos cada vez ecológicos hace que aparezcan en el mercado modelos tan singulares como la secadora ecológica llamada Eco-Dryer del diseñador David Emmett, que posee un sistema capaz de recuperar el calor y está fabricada con materiales con mucho menos impacto ambiental. Por tanto, permite una reducción importante del consumo energético, aunque todavía no sea comercializada. De ahí que, de momento, nos tenemos que conformar con aplicar una seria de trucos para no renunciar al uso de las secadoras, sobre todo en épocas especialmente húmedas.
Trucos para disminuir el consumo energético
- Usar la secadora solo durante unos 5 o 10 minutos para acelerar el secado y luego terminar de secar la ropa teniéndola de forma tradicional. Con ello haremos un uso inteligente sin renunciar a que la ropa se seque más rápidamente, aunque tendremos que hacer doble esfuerzo.
- Adquirir máquinas de clase A para ahorrar lo máximo posible. Puede que sean electrodomésticos algo más caros pero, a largo plazo, resultarán más rentables. Actualmente se ha ampliado la escala de clase A existiendo: A+, A++, A+++. Además, cada vez más, desde los organismos oficiales, se exigen mayores controles a las marcas sobre el valor real del etiquetado energético.
- Centrifugar bien la ropa antes de meterla en la secadora, por lo menos a unos 600 r.p.m. Esto hará que la ropa esté menos húmeda. Siempre gastará menos energía una lavadora que una secadora.
- Tener presente la importancia de ajustar bien los programas dependiendo de la cantidad, tipo y nivel de humedad de la ropa.
- Llevar un mantenimiento y limpieza óptimos del aparato, limpiando de vez en cuando los filtros y depósitos del agua, ayudará a alcanzar su máxima efectividad bajo un mínimo consumo.